domingo, 22 de agosto de 2010

ESTRUCTURA

Ana tiene 12 años y está entrando en la etapa de la adolescencia. Va junto a su madre a un acuario muy cerca de casa. La madre le paga la entrada y ella se queda sola en este lugar de animales acuáticos. En él descubre muchas especies que le llaman la atención, va haciendo un recorrido y con su cuerpo ira reconociendo e imitando a algunos de ellos. Pero al llegar al acuario del axolote algo la detiene, no puede alejarse de aquel extraño animal, lo intenta pero hay una fuerza de atracción que la obliga a acercarse. Se asusta pero comprende que se tiene que quedar cerca de él, lo mira y lo contempla y el axolote la mira y la contempla. Primera instancia de reconocimiento.

La pequeña narración va más enfocada a la forma. El tiempo de éste será dado por la mente de Ana, y por lo tanto se mezclaran imágenes que muchas veces parecerán surrealistas ayudado por los colores, las luces y el montaje. Es en este lugar en el que va las imágenes de Ana dentro del agua. Inmóvil. Símil a un axolote.
Primero serán imágenes mas fragmentadas, detalladas y se irán intercalando con la narración,dependiendo de su valor narrativo, serán como flashes o con tiempos más pausados. Yendo hacia el final comienzan a abrirse los planos y verla de cuerpo entero, inmóvil.
Luego de estos dos momentos anteriores nos acercamos más a la vida de Ana. La vemos en el patio de su casa y, muy de lejos, se escuchan a los padres pelearse. Ella intenta alejarse de este momento incomodo. En su jardín tiene un perro y una tortuga, a los cuales no les presta atención. Ana se concentra en dibujar un Axolote y para esto se guía con su propia mano, como si se parecieran. Esta es una segunda instancia de reconocimiento con el axolote.

Ana vuelve al acuario ahora con una carga mayor, sus ojos un poco tristes. Sus padres se pelean y a ella le afecta. Intenta alejarse del axolote, intenta mirar otras cosas pero sabe que no puede. Vuelve la fuerza de atracción y ella corre hacia él, como si no pudiese esperar más tiempo para verlo. La vemos a ella de espaldas y caen gotas del acuario, simbolizando la tristeza, que en realidad no es solo de los padres, sino más bien de darse cuenta que ella esta cambiando. Que ya no podrá ser la misma otra vez. Este es el 3er reconocimiento.

En la escena de la cocina podemos ver algo un poco más concreto de su transformación. La madre esta cocinando pescado, Ana la observa y al cortar al pescado le duele a ella. Ana intenta acercarse a la mama, abrazarla, porque no entiende estos dolores. La madre juega un papel importante, como imagen femenina adulta y modelo a seguir del cual Ana no se siente parte.
La madre le hace un gesto para que vaya a jugar afuera (recordamos que en el corto no hay diálogos legibles, y lo que se escucha está distorsionado, desde la mente de Ana) pero Ana se queda en la cocina mirando como corre el agua de la canilla (la situación del agua corriendo se repetirá un par de veces, sensación de agua, de axolote)

En estos momentos vemos como Ana, que estaba dentro del agua inmóvil (como las imágenes que van apareciendo a lo largo del corto) eran dentro de una bañadera y ana sale al escuchar a la madre que la llama. Esto también le da un acercamiento más “realista” a la escena del agua, donde queda más simbólico lo de niña/axolote y más relacionado con la transformación niña/adulta, y los cambios corporales y mentales que conlleva. Ana sale del agua y se pone una toalla, sale del baño.

Lo que continua esta escena es Ana en la habitación, ella toca su cuerpo semidesnudo sutilmente, se reconoce como un ser que esta cambiando rápidamente, sus pechos comienzan a tener forma y sus pelos se hacen más notorios. Se observa en sus cambios,y se mira impresionada. Se acerca a poner su pijama, pero se da cuenta que no es momento de dormir. Vuelve a su armario y se viste. Vemos a Ana caminando por la calle de noche, segura de sus pasos, como hipnotizada entremezclándose imágenes del axolote y de ella adentro del agua. Ana llega fuera del acuario cerrado.

Sin embargo la vemos adentro mirando al axolote. En este momento hay una danza de reconocimiento y transformación. Los sonidos a lo largo del cortometraje se hacen más presentes, mas sutiles y más fuertes a la vez. Tiene una ropa ligera que se mueve y transforma con ella hasta desaparecer. La mirada de esta transformación será desde la misma Ana y del axolote. Jugando con lentes Ojos de pez para aquellos momentos.

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